El papelón de Valderas |
El vicepresidente Valderas es la perfecta encarnación de la indignidad política y de la dimisión de todos los principios con tal de garantizar su pacto de sillones y de coches oficiales: sus explicaciones ante la corrupción son de aurora boreal. La penúltima ha sido descolgarse con que la agenda del bipartito no puede estar marcada por la acción de la Justicia en la trama corrupta de los ERE falsos, cuando el hecho más que cierto es que sí lo está y él forma parte del entramado. El único impulso de la acción política que demanda el socio comunista es el que provendría de abrir las ventanas de la Junta y acometer las reformas que es incapaz de acometer: Valderas es ya primera persona en las dos inacciones. Lo primero que debería hacer Valderas es pedir explicaciones a los apéndices sindicales del bipartito, UGT y CCOO, por su participación directa y claro beneficio del "fondo de reptiles": su silencio prueba su connivencia y complicidad con la red de saqueo. Valderas lo lleva mal con los notarios porque uno tiene la prueba de que su programa es papel mojado y otro, la de la participación de los sindicatos en la trama de los ERE falsos. Hacer un problema donde no lo hay El bipartito sigue empeñado en agitar los agravios territoriales contra el Gobierno de España y emplea para ello la falacia de una inexistente financiación propia de Cataluña que pudiera perjudicar a Andalucía. Lo que de verdad perjudica seriamente la salud financiera de los andaluces es la indigencia en la gestión de los socios radicales, sus mentiras sobre el déficit y su incapacidad para reformar. El PSOE andaluz apoyó el vigente sistema de financiación que el Gobierno de Zapatero pactó con los nacionalistas catalanes: el PP andaluz fue el único partido que se opuso a semejante componenda. La lealtad y el compromiso del Gobierno de Rajoy con todas las autonomías es el mejor aval de una financiación justa y equitativa: ése fue el resultado de la última reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera.
El bipartito debería dedicarse a gestionar el presente, a cuadrar sus cuentas, y garantizar los pagos y el futuro del Estado del Bienestar de todos los andaluces, no crear problemas donde no los hay.