Desbordados por la corrupción
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El bipartito radical ha empleado su primer año de desgobierno en tapar la corrupción institucionalizada de los ERE falsos, INVERCARIA, Mercasevilla y el Plan Bahía, y los grandes damnificados han sido los ciudadanos andaluces.
Griñán ha puesto a toda la maquinaria del Gobierno andaluz a trabajar para salvar la cara a una década de abusos y corrupción desde el poder, y ello se ha traducido en que Andalucía haya abandonado las imprescindibles reformas para salir de la crisis.
El bipartito esconde su interminable lista de fondos opacos con números y letras. ¿Cuántos fondos de reptiles esconden detrás de las partidas 31L, 32B o 32D? ¿Quién es la X de todas estas ecuaciones y partidas corruptas? Sólo en fondos de formación hay 4.000 millones de euros por aclarar.
La coyuntura más grave de la historia reciente de Andalucía le ha tocado pilotarla al grupo de gobernantes más incapaz, sectario y con una agenda vacía de reformas: en ella sólo hay diques para tapar la corrupción institucionalizada.
Griñán y Valderas desayunan todos los días pendientes de los raptos de memoria del ex director general de Trabajo, Francisco Javier Guerrero, o de cualquiera de los encarcelados o imputados en las tramas de los ERE falsos o INVERCARIA.
Por esta razón, ha dejado de acometer las reformas imprescindibles que precisa Andalucía, no ha tocado un gramo de grasa de la administración paralela, ha incumplido con el déficit y no ha acometido la inaplazable regeneración institucional.
Griñán le teme a la verdad como a un nublado y encadena una mentira tras otra en una huida hacia delante que sólo aplaza el veredicto político de que es, por acción u omisión, la X de los ERE falsos.
La Intervención General le advirtió hasta en quince ocasiones de las ilegalidades, amplió el fondo de reptiles, mintió en la comisión de investigación, obstruyó la acción de la Justicia y ahora pretende hacer un nuevo paripé en el Parlamento.
Griñán comparecerá acorralado por la acción de la Justicia y prisionero de sus propias mentiras y el PP le conmina a que pida perdón a todos los andaluces y asuma su responsabilidad política.
El PP de Andalucía, como partido mayoritario en el Parlamento, lamenta que el bipartito haya recurrido otra vez al rodillo para evitar que Griñán dé todas las explicaciones sobre el entramado de corrupción y favoritismo creado en la sala de máquinas de San Telmo.
El blindaje en el Parlamento es una nueva impostura de los socios radicales, que han hurtado la posibilidad de réplica en un vano intento por proteger a Griñán y protegerse a sí mismos.
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